martes, 3 de abril de 2012

Podría decirse un medio político de comunicación.

Vergüenza siento de que esto pueda llamarse periodismo objetivo.

Me cuesta pensar en argentinos que se ubiquen en la oposición opuesta a los intereses de los habitantes de nuestro suelo pero la incredulidad se vuelve decepción al observar esta página de uno de los medios más prestigiosos.

Justo en un día tan sensible para todos los argentinos, en el que los rescuerdos de una guerra tan dolorosa como la de Malvinas vuelve a ocupar el centro de la escena, el medio gráfico destaca y pone en relieve el acto conmemorativo de los habitantes de la isla, ignorando conceptos básicos de cualquier análisis político sobre la realidad en el dominio del archipiélago como nuestro derecho inlcaudicable y el apoyo unilateral de Latinoamérica y otros países a la Argentina.

Pasa por alto también esta postura, la inocultable historia pirata y colonialista del reinado británico que lo ha caracterizado como uno de los referentes del viejo orden mundial que poco a poco, y a base de firmes posicionamientos discursivos, comienza a modificarse.

Claro que no me asombra pero llama la atención de lo que estas mentes son capaces de hacer para oponerse políticamente a las ideas e intenciones de las mayorías; incluso colocarse en papeles “vendepatrias” y voceros de los intereses imperialistas de un mundo que ha cambiado sus relaciones de fuerzas respecto de los denominados países dominantes de primer mundo.

Por supuesto que no se trata de un error; es una clara expresión de deseo y exposición de las incumbencias editoriales.

Diario La Nación, ¿será la nación británica?.