Así son los que creen.
Saben que por primera vez en más de cincuenta años volvieron
a pensar en ellos; los postergados. Los marginados que siempre habían quedado
del lado terrible de la brecha social; esa misma brecha que se abrió como un
tajo profundo durante los noventa.
Son panzas sonrientes que guardan vidas y esperanzas de una
sociedad cada vez más justa, más igualitaria y solidaria. Nunca nadie creyó que
alguien podría ocuparse con tanto amor de esas almas en gestación.
Es que la Asignación
Universal Por Hijo forma parte de ese tiempo ganado en el que
los “sin voz” ya dejaron de serlo. Y ya no tienen que bajar la cabeza; pues han
aprendido a defender lo que se logró. No con violencia ni prepotencia, sino con
la palabra, el argumento y la manifestación política como modo de vida.
Así somos los que no creíamos en nada. Pero observamos que
fue justamente la gestión lo que permitió que los jubilados pasaran a ser
viejitos dignos. Luego de que por años y años se los ubicara en el sector más
vulnerable y olvidado de la sociedad; si hasta los que hoy hablan como jueces
en nombre de la república y la democracia fueron los que inescrupulosamente les
robaron su sueldo.
Cómo no creer si por primera vez en nuestras vidas, un
Estado por fin se hizo visible y con medidas concretas atendió las urgencias de
una Argentina en llamas. Más fondos para la educación hasta llegar a la
inversión de más del 6% del PBI, en la actualidad. Creación de más de 1700 escuelas
en todo el país. El Plan Conectar Igualdad que permitió el acceso a una
herramienta como la netbbook a millones de niños.
Nacionalización de fondos jubilatorios.
Recuperación de industrias.
Recuperación de YPF
El matrimonio igualitario.
Ley de Medios Audiovisuales.
Fútbol Para Todos.
Y miles de avances sociales más.
Pero no sabemos nada!!!
No nos damos cuenta que la palabra “corrupción” es un
denominador común de cualquier actividad política mientras que las empresas y
corporaciones privadas son las instituciones puras y sabias que lograrán
salvarnos de cualquier mal; tal vez como hoy está pasando en Europa.
De nuestros bolsillos se caen miles y miles de pesos, pues
por una apreciación brillante del tipo de la tele, nos hemos convertido en
millonarios gracias a la simple razón de creer en una idea de país más
inclusivo; lo que nos convierte en “chorros”, o al menos “pagos” cada vez que
defendemos una idea.
Idiotas que vivimos algo de felicidad cuando después de 30
años vemos que el asesino, ladrón de bebés y genocida, murió preso por los
innumerables delitos que cometió.
Seres irreflexivos que no sabemos interpretar la sagaz
ironía de Lanata, mientras se caen sus infundadas acusaciones; y al ser puesto
en evidencia, lanza un nutrido vocabulario de insultos e improperios.
Incultos nosotros!!! La verdad sobre la compleja política
argentina está en un post con foto del “Antik” en la que se resume una verdad
irrefutable que impulsa a tomar la cacerola y pensar en destituir al Gobierno
en lugar de buscar una alternativa política.
Tampoco somos capaces de ubicarnos en el lugar del que dice
que a penas llega a fin de mes, pues no nos da la cabeza para eso y tenemos
economías holgadas, trabajando unas poquitas horas, apenas entre 8 y 12 por
día.
En fin, ahí estamos los ignorantes.
Nos convocamos junto a cientos de miles en una plaza con la
consigna de fortalecer el camino de la solidaridad y el amor por el otro. No
insultamos ni agraviamos a nadie; sólo celebramos una era de transformación de la Argentina.
Festejamos porque vemos que el del nuestro costado tiene una
vida más digna.
Sus hijos tendrán más derechos que los que tuvimos.
Con un poco de suerte va a completar sus estudios y se volverá un
profesional gracias a la educación pública y gratuita, cada vez más amplia e
integradora. Para luego seguir pensando en un país para todos e
indefectiblemente, convertirse en “ignorante”.
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