Me pregunto si no da asco, acaso, cuando algunos ciertos personajes dicen que no quieren la crianza de vagos refiriéndose a las ayudas sociales dirigidas a las clases que menos tienen.Presumo que los que se sienten ofendidos por las palabras del músico rosarino, son justamente quienes piensan que la política debe ser una administración dedicada exclusivamente a los sectores más pudientes, barrios residenciales e ingresos altos.
¿No da asco entonces que Carrió (vaticinadora de catástrofes), Duhalde (aliado de los genocidas), Alfonsín (quien ya expresó su apoyo a Mauricio a pesar de haber manifestado que la política del Jefe de Gob era el límite del radical) ya se encuentren entre las filas de los que coinciden con el PRO?
¿No produce repugnancia que a algunos electores no les haya importado elegir a un individuo procesado por la justicia y quien, además, contrató a un policía como el Fino Palacios también poseedor de una causa en su contra? Uno puede suponer entonces que hay una gran cantidad de porteños a los que no les importa si alguien tiene o no cuentas que rendir ante la justicia.
¿Porqué hacer tanto alboroto si a un artista de lo más reconocidos a nivel latinoamericano, y mundial tal vez, diga lo que piense? ¿No es peor la violencia que se manifestó cuando Macri le dio, y les da, la espalda a los artistas del Teatro Colón en Buenos Aires por presuponer que se trataba de una movida política?
Los que votaron a Macri acompañan con su voto, además, las manifestaciones discriminatorias del referente del Pro al relacionar la “inmigración descontrolada” con la droga; lo que denota un gran prejuicio, muy peligroso en cualquier ser social pero sobre todo en alguien encargado de llevar las riendas de una sociedad desde la política.
Aquí la nota original en Página 12: http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-172084-2011-07-12.html
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